La forja

No ha pasado mucho tiempo desde que dije que cerraría mi anterior blog por falta de tiempo y pienso que fue una buena decisión. Peregrinaje épico nació agotado y cansado. Los intentos de mantenerlo con vida siempre caían en la desidia que me provocaba el contenerme en cuanto al formato y el contenido. Sin embargo, tras unos meses de retiro, ha reaparecido con fuerza esa urgencia por ponerme frente al monitor y escribir sobre mis intereses, especialmente los literarios.

Por ello nace La forja del Bronce, un nombre que surge por azar, pero que a medida que pasaban los días me fue convenciendo, al mismo tiempo que las ideas en torno a qué hacer con el blog tomaban una forma más definida. Así es como llego a este punto en que comienzo entusiasmado un nuevo proyecto, con la convicción de no autolimitarme esta vez, sino de simplemente hacer lo que se hace en toda forja: moldear el metal y darle una nueva forma. El martillo serán las palabras.