Los nominados al Eisner 2012 - Mejor serie limitada

Continuando la revisión de los nominados al Eisner, esta vez atenderemos una categoría sumamente interesante, la de mejor serie limitada:

1. Atomic Robo and the Ghost of Station X, por Brian Clevinger y Scott Wegener (Red 5)


Atomic Robo es la publicación más conocida de la editorial canadiense Red 5 Comics y ya va por su volumen seis, que es el que nos ocupa en estos momentos. Nuestro protagonista es Robo, un robot inteligente creado por Nikola Tesla, y que en palabras simples se dedica a la investigación/aventura científica, vamos, lo mismo que haría Indiana Jones respecto de la arqueología lo hace Robo respecto a la ciencia contemporánea.
En esta aventura, Robo recibe una llamada urgente: una nave de la NASA ha fallado en la órbita y a su tripulación sólo le quedan un par de horas de vida. Al mismo tiempo, un casa en Inglaterra desaparece misteriosamente y corresponde a dos de sus socios ir allá y descubrir qué sucedió. Así comienza una aventura cargada de humor que ciertamente encantará a cualquier fanático de la ciencia ficción nerd. Sin embargo, la simpleza narrativa y la poca sensación de sorpresa que encierra (todas las revelaciones siguen un camino demasiado lineal) le quitan algo de sabor a la historia.

2. Criminal: The Last of the Innocent, por Ed Brubaker y Sean Phillips (Marvel Icon)


Ed Brubaker vuelve a ser nominado por su trabajo en esta serie, que ya en 2007 ganó el Eisner a la mejor serie nueva. The last of the innocent nos cuenta la historia de Riley, un tipo frustrado, arribista y atrapado por las deudas que decide rehacer su vida, aunque ello implique cometer un crimen. El gran mérito de esta historia se encuentra no sólo en el excelente trabajo narrativo de Brubaker, quien arma una historia excelente, que se desenvuelve con naturalidad a medida que desvela nuevos detalles y profundiza en la espiral delictual del protagonista, sino que además en como utiliza el "mito" de Archie para crear su versión pesimista de Riverdale y sus habitantes. Así, Riley parece encarnar lo que habría sucedido en un mundo donde Archie simplemente eligió mal y tuvo una vida vacía y gris, y cómo el regreso al pueblo de origen gatilla la decisión de, esta vez sí, tener la vida perfecta que debió haber tenido.

3. Flashpoint: Batman - Knight of Vengeance, por Brian Azzarello y Eduardo Risso (Vertigo/DC)


Dentro del mediocre evento Flashpoint, que condujo al nefasto New 52, hubo una serie que brilló con luz propia. El Knight of Vengeance de Azzarello se inscribe dentro de la tradición de los mejores Elseworlds de DC, donde el mito de Batman es adaptado a un nuevo origen en forma magistral. Evidentemente, no es la primera vez que un autor cuenta un origen distinto de Batman y a partir de él arma su propia historia alternativa, pero sí debe ser una de las veces en que mejor se ha tratado esa divergencia, con un guión perfecto y un sentido del drama inigualable. Es más, de todas las miniseries esta es la única en que realmente me sorprendieron sus golpes de efecto a medida que avanzaba, y eso que uno espera que tarde o temprano aparezcan ciertos clichés que son típicos en una historia de Batman. Es ese buen pulso de la historia el principal mérito de esta serie y lo que la distingue como el único nominado de DC propiamente tal en todas las categorías, pues ofrece no sólo una buena historia, sino también tiene la virtud de atraparte y no querer soltarla hasta haberla leído por completo, todo ello acompañado con el excelente dibujo de Eduardo Risso, a quien no lo vamos a descubrir ahora. Estableciendo un paralelo, Criminal podrá ser una elegante obra de relojería, pero Knight of vengeance es emoción pura, y esa adrenalina que genera es inigualable.

4. The New York Five, por Brian Wood y Ryan Kelly (Vertigo/DC)


Esta serie de cuatro números me produce sensaciones encontradas. Por un lado el dibujo de Ryan Kelly es extraordinario, no sólo por su realismo sino por su buen sentido de la composición; además, debo admitir que disfruté del último número, cuando por fin Wood comienza a redondear la idea principal del libro, esto es, lo difícil que es ser novato en la Universidad, pues nada es como se planea y cada pequeño acto se encarga de conducirte hacia lo que será tu propio camino en la vida.
Ahora bien, no puedo decir lo mismo del resto del libro. Las cuatro protagonistas me resultan un poco artificiales, y no ayuda mucho que sean los mismos personajes quienes digan que su vida y sus problemas son muy grandes y complejos, esa valoración déjensela al lector. Luego están los conflictos, casi todos genéricos, reciclaje de un centenar de películas y series adolescentes, por lo que muchas sorpresas no ofrece y la sensación de haber leído una historia sólo para que al final te den una moraleja y una lección de vida, no es muy satisfactoria que digamos. 
Sin embargo, el elemento que más me repelió fue la utilización de Nueva York como señuelo, el constante uso del paisaje urbano no como entorno, sino como referencia pop. Da la sensación de que todo el drama es un montaje para exhibir lugares de la Gran Manzana, dando lugar a una suerte de fetichismo que seguramente a los norteamericanos los debe haber enganchado, pero que al menos a mí no me produce nada. Aún más, tengo mis aprensiones cuando se trata de usar las ciudades como objetos culturales que se pueden comprar y comerciar del mismo modo que adornos, en condiciones que estas urbes tienen una identidad que se vive, sin necesidad de apuntar en todo momento cuál es el lugar en que se toma el mejor café o en qué sector se encuentran las bandas de moda.

5. Who is Jake Ellis?, por Nathan Edmondson y Tonci Zonjic (Image)


Y llegamos a mi favorito. Una historia acerca de un analista de la CIA devenido espía/criminal perseguido por quien sabe quienes, de quien sabe qué países, y donde ni siquiera queda realmente claro para qué lo persiguen. Vamos por orden, todo comienza con Jon en un escape cinematográfico, prendiendo fuego a una botella de alcohol, esquivando una bala y cayendo por la borda de un barco. En ese mismo momento me dije: "esto es absurdo". Y el cómic me respondió tan pronto di vuelta la página con un pequeño flashback donde hace la primera gran revelación. Jon puede escuchar y ver a Jake Ellis, un sujeto en blanco y negro quien le señala que el alcohol se inflamará, le indica el momento justo en que debe agacharse para esquivar la bala y hacia donde debe escapar. Así comienza esta miniserie y de inmediato te sumerge en una persecución constante a lo largo de Europa y África, donde cada nueva pista sólo aumenta el misterio en torno a quién es Jake Ellis. Las preguntas son muchas y el guión de Nathan Edmonson se encarga de entregar poca información, en algunos momentos muy ambigua, dejándole una buena parte del trabajo al lector, al mismo tiempo que la acción sólo se detiene puntualmente para tomar un pequeño descanso antes de continuar con la cacería de Jon.
Por su parte, el dibujo de Zonjic es impecable, no estamos ante un prodigio, pero su estilo calza a la perfección con el tono de la obra y su narrativa es impecable, recordando al Mazzucchelli de Batman: año uno. Hacia el final, Edmonson sólo resuelve los cabos necesarios para darle un fin satisfactorio al cómic más interesante de estos nominados, preocupándose de mantener la suficiente oscuridad respecto de otros y así dejar todo listo para un posible segundo volumen.

Comentarios

Entradas populares