El Tarzán de Joe Kubert

El 12 de agosto comentábamos el fallecimiento de Joe Kubert, uno de los más importantes artistas de la historia del cómic norteamericano. Ya desde esa fecha rondaba por mi cabeza la idea de dedicarle una entrada en profundidad a un autor increíblemente prolífico y que se mantuvo vigente desde la década del cuarenta hasta la hora de su muerte.
En ese sentido, con enorme alegría descubrí ayer que Unlimited publicará los cómics de Tarzán firmados por Kubert en la década del setenta, en lo que imagino se trata de una edición en castellano de los tomos recopilatorios que hace unos años publicó Dark Horse, la editorial propietaria de los derechos del personaje de Edgar R. Burroughs. Su inminente aparición en kioskos ofrece una oportunidad única para hablar en detalle de quién fue Kubert y cuál es la importancia de su obra.


El artista. Nacido en Ucrania en 1926, pronto su familia, al igual que muchas otras familias europeas, emigrará a los Estados Unidos, estableciéndose en un gueto judío en Nueva York. 
Desde su infancia, Yosaif Kubert demostró habilidad y pasión por el dibujo, iniciándose a temprana edad en el arte de ser un caricaturista. Sin mayor educación formal, su oficio lo aprendió en el camino, asistiendo, por ejemplo, en el estudio de Will Eisner (creador de The Spirit). Con dieciséis años aparece el primer cómic que lo incluye en los créditos: una historia accesoria aparecida en el número ocho de Cat-man Comics. Sin embargo, su verdadera irrupción en el mundo del cómic vendrá en 1944 con su trabajo en Hawkman.
Hasta la década del cincuenta, Kubert trabajó en todo lo que pudo, desde westerns hasta historias románticas, pasando por las populares historias de horror de aquella época. Sin embargo, la cacería de brujas que hundió al mercado del cómic americano y la aparición del Comic Code Authority lo condujeron a trabajar permanentemente con la poderosa DC Comics.
Ya en DC, su trabajo se asocia principalmente a los títulos de guerra de la editorial, especialmente Our army at war, con su inolvidable Sgt. Rock, así como en historias protagonizadas por el As enemigo, el famoso piloto alemán de la I Guerra Mundial.
En la década de los setenta, su principal trabajo será en las páginas de Tarzán, etapa de la cual hablaremos más adelante. Además, es precisamente en este periodo donde Kubert funda una institución dedicada a la enseñanza de las artes gráficas, recinto por el cual pasaron futuros profesionales como Steve Bissette, Rick Veitch y Tom Yeates (anecdóticamente, todos vinculados posteriormente a La Cosa del Pantano), eso sin mencionar a sus hijos Adam y Andy.
Traspasado el umbral de los sesenta años, su trabajo no decae y se anota una serie de novelas gráficas como Abraham Stone, Fax from Sarajevo (que recibirá los premios Eisner y Harvey a mejor novela gráfica en 1996), Yossel April 1943, entre muchas otras. Al mismo tiempo, mantiene un incesante trabajo en DC y otras editoriales donde constantemente aparece firmando portadas o entintando a sus propios hijos. A fines de los noventas, en algo que es muy propio de la cultura norteamericana, ingresa al Jack Kirby Hall of Fame y al Will Eisner Hall of Fame, lo cual da cuenta de su enorme importancia dentro del cómic de ese país. Y no es para menos, su trabajo ha sido clara influencia para autores como Frank Miller, Neal Adams, Steve Ditko o el maestro francés Jacques Tardi.


Tarzán. En "Tarzán de los monos" #207 (1972) hace su entrada Joe Kubert en la historia de Lord Greystoke, adaptando en cuatro números la primera novela de Burroughs. De inmediato su trabajo ganará la admiración del resto no sólo por su arte, sino también por la impecable narrativa de sus páginas. El correcto sentido de la estética humana es una clara señal de cómo Kubert respeta al personaje y ofrece una versión extremadamente realista de Tarzán y su entorno, la exhuberante selva africana. Al mismo tiempo, su versión, que terminará siendo canónica, se caracterizará por su vitalidad y fuerza, lo que la convertirá en una de las favoritas de los seguidores del personaje.
Durante una cincuentena de números, Kubert seguirá adaptando las novelas de Burroughs, entre las que se intercalan una serie de historias unitarias, muchas de las cuales serán de su propia invención. Ignoro si en su época se percibió la real trascendencia de este trabajo, pero hay un hecho indicativo de que se trataba de algo grande: el mismo Hal Foster, el dibujante por antonomasia de Tarzán, hará equipo con Kubert en una historia donde se puede apreciar en conjunto el trabajo de estos dos maestros. No en vano Kubert es considerado por muchos el segundo artista de Tarzán, sólo superado por el mencionado Foster. De todos modos, establecer diferencias de categoría entre ambos es un ejercicio de escasa utilidad y la verdad sólo sirve para reconocer las diferencias de estilo entre ambos: mientras el Tarzán de Foster es neoclásico y sereno, el de Kubert es atlético y dinámico. Queda a cada uno el escoger un favorito.

El Tarzán de Hal Foster
El Tarzán de Joe Kubert

Volviendo a la colección que pronto podremos apreciar, veo por su plan editorial que se trata de una selección del trabajo de Kubert y la verdad no encuentro motivo de queja ante el hecho de que queden números afuera, pues conociendo lo pequeño que es el público comiquero chileno, y que éste se reduce aún más si no hay una película o una serie respaldando la publicación, sería ingenuo pretender que se publique el run completo. Para los coleccionistas siempre quedará la posibilidad de conseguir los hardcovers en inglés, aunque el precio de éstos no sea muy amigable con el bolsillo.
En segundo término, para aquellos interesados en el personaje, hace unos años apareció una edición de bolsillo que recoge el trabajo de Russ Manning, el otro gran autor de Tarzán, y que realmente no tiene ningún desperdicio (la verdad, creo que tenerlo es obligatorio). Estoy seguro que dicho tomo puede ser fácilmente conseguido tras un breve recorrido por puestos de libros usados.
Por último, quiero destacar que la reedición de Dark Horse contó con un nuevo color especialmente pensado para el mejor lucimiento del dibujo. Sólo espero que la edición nacional logre un buen resultado en esta materia. El viernes lo sabremos.

Comentarios

  1. la verdad es que no conozco a tarzan como personaje, espero llevarme una grata sorpresa con la edicion de unlimited , una vez leido , comentare que tal es la historia y el personaje en si

    saludos
    juan villegas

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  2. Se que ya es tarde para comentar pero estoy totalmente de acuerdo contigo en tus conceptos de Kubert, no por nada también dibujo a Batman, tengo de este personaje (Tarzan) varios titulos incluido el del mencionado Kubert y unas ediciones de Norma Editorial de Hal Foster. Gracias por el tema.

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